EL TIEMPO Y EL AMOR II

jueves, 9 de octubre de 2008

Sin esperar una respuesta tuya he ido recogiendo los enseres de los tinteros, he incinerado las hormas de mis penas que me quedaban demasiado grande para este inmenso dolor, he fraguado un scutum para defenderme de los contratiempos y, por fin, prendí la mecha del destino lanzando los fuegos artificiales contenciosos. Lamentablemente el cielo de papel couché se ha incendiado como tristeza que alberga una botella arrojada a los bosques del Tívoli, no se podía esperar menos con esto del cambio climático.Una vez más he sido abrazado por Bona Dea, amado infielmente sobre las ruinas del templo de la Fortuna para luego ser embestido por el incansable Saturno. Como cogido por las orejas, soy lanzado de nuevo al amor, el amor, amor… Anoche, Cupido me llevó de bar en bar y, recostado con las llagas del abdomen del corazón abierto, fue presentándome a cada uno de los infiernos de la soledad, los escollos del güisqui, los arrecifes de la memoria, los acantilados del olvido y las cumbres borrascosas de la felicidad fatua y entonces comprendí, tras despertarme de nuevo a solas, que el tiempo y el amor forman una pareja ideal.

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