Cansado de escribir gilipoyeces
que no me dicen nada,
cambié el papel con tinta
por manchas de sangre, sudor y lágrimas
en un lavabo de un bar de carretera,
dejando todo lo que fui atrás
para no regresar.
Volveré para ser lo que quise y no pude,
volveré para no volver
y así mentirte, y mentirme.
Renacere de mis cenizas aún calientes
en un plato desgastado
de rozar con el cuchillo
la carne que deja el silencio,
y de su sabor amargo nacerán palabras
que recorrerán la habitación
de un extremo al otro
para terminar de volverme loco
y gritar tu nombre frente a un espejo roto.
Y volveré a ser lo que fui.
Sombra de mi sombra.
Rejurgito
martes, 9 de diciembre de 2008
Publicado por Ale en 20:16
Etiquetas: Alejandro Márquez, poesia
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